sábado, 31 de diciembre de 2011

Bienvenido 2012!!!

Se acaba el 2011, y toca hacer memoria para ver cómo ha ido el año.


La verdad es que ha sido el peor de los últimos 7 años. Contínuos parones por la periostitis han hecho que apenas haya podido sumar los kilómetros que hubiera querido.


Pero aún así, no me puedo quejar. Varias consultas con Iván Armentia han hecho que pudiera acumular varias semanas con muy pocas molestias.


De hecho, el lunes tuve la última consulta. Allí me esperaban de nuevo las agujas.


Otra sudada y a sufrir en silencio (no tan en silencio, sinceramente).

Reposo al día siguiente, y de nuevo a calzarse las zapatillas para hacer una tirada de 1h 45'. Esta vez por las cercanías del monte Kapildui (1177 m), y tomando un sendero por el que nunca antes había corrido.


La sorpresa, bastante agradable, un largo y estrecho sendero en mitad de un gran hayedo, con un manto de hojas secas que hacen las delicias de cualquier oído.


Con la emoción y con esa sensación de dolor ausente, no miro ni la hora. Y claro, empieza a anochecer. Hay que volver más que rápido, y hoy no llevo el frontal.


Las bajadas, debido a la cantidad de barro que se ha acumulado, las hago esquiando. Y aunque parezca lo menos indicado, puedo asegurar que es lo más seguro.


Cuando el terreno lo permite, y las hojas y piedras esconden el barrizal, es el momento de alargar la zancada y saltar de piedra en piedra, con el consecuente susto de turno.


En un par de ocasiones hay que parar y retirar los 4 kg de barro que se acumulan en cada zapatilla y hacen que sea una locura levantar los pies del suelo.


Termina el entreno de hoy, con un desnivel acumulado de 1250 metros, y con la feliz sensación de que vuelvo a correr de nuevo.


Para mañana, Año Nuevo, dejo el entreno más serio: madrugar para trotar por la sierra de Aizkorri y hacer una tirada de unas 3 horas. Para empezar bien el 2012.


Feliz año 2012 a todos, y que éste nos traiga una temporada llena de éxitos y logros.








martes, 20 de diciembre de 2011

Seguimos vivos

Buscando un hueco para poder escribir. Así ando últimamente.


El caso es que no hago más que preparar un examen tras otro. Saco tiempo para correr de donde puedo, pero lo de escribir lo llevo peor.


En este último mes ya he corrido dos carreras de 9 y 12 km a 4:00 / km, sin más objetivo que acumular asfalto y ver cómo responde la tibia.


Me está volviendo a dar problemas y ya he hecho una visita al fisio Iván Armentia, en Vitoria - Gasteiz. Volvió a practicarme la punción seca con agujas, mientras yo sufría y sudaba litros y litros.



A los pocos días ya estaba otra vez corriendo por el monte, con alguna leve molestia.


Lo peor ha venido al correr con las últimas zapatillas que he comprado, las Asics Nimbus 13. He utilizado las versiones anteriores y me han ido fenomenal. Pero este último modelo no me estabiliza mucho la pisada, y los dolores en la tibia son por momentos insoportables.


Así que, con apenas 50 km, aunque me pese hacerlo, las voy a jubilar.


Y qué decir de la visita obligada de nuevo a la consulta de Iván.


En fin, lo bueno es que estos días ha estado nevando por aquí y el monte ya empieza a mostrar su color más invernal.


Mientras, tocaré madera para ver si puedo correr la San Silvestre de Vitoria - Gasteiz. Después de ver su media maratón este domingo (ganada de nuevo por Gontzal Sanz, quien ya ha anunciado su retirada del semiprofesionalismo), se me han puesto los dientes muy largos.


Muy grande, Gontzal.


Un abrazo a todos y que tengáis unas felices navidades.




jueves, 17 de noviembre de 2011

A entrenar sin luz

Con el nuevo cambio horario vuelven los entrenos nocturnos. Parece que era ayer mismo cuando uno podía correr tranquilamente hasta las 22:00 horas con la luz diurna.


Ahora toca desempolvar el frontal y tocar madera para no tropezar o no meter el pie en alguna zanja (no sería la primera vez).


Y como hasta las 17:00 horas no llego a casa, para cuando salgo a correr es prácticamente de noche. Y no digamos cuando llego.

Así que cuando llega el fin de semana hay que aprovechar e intentar madrugar un poco. Me estoy acostumbrando a hacer tiradas largas los sábados. Pero largas de tiempo, más que de distancia, ya que si el desnivel es considerable no podemos decir lo mismo del número de km. Para el tipo de carreras que me gusta hacer esto es lo que suelo sumar: desnivel y más desnivel, aunque sin dejar de lado los entrenos de velocidad en terreno llano.


Y para olvidar los entrenos nocturnos de la semana, nada mejor que aprovechar las horas de luz del sábado pasado. Eso sí, con mucho viento que, a decir verdad, apenas molestó al discurrir la mayor parte del recorrido por hayedos.


Metí un bote de pintura en spray en mi camel back y hasta Pipaón (a los pies de la Sierra de Cantabria) me fui. El objetivo era claro: pintar la placa que se observa en la segunda foto, y que corresponde a la cima de Recilla (1381 m). La colocamos mi cuadrilla de amigos y yo hace casi 9 años, tras recibir el mayor golpe que me han dado en la vida. Es simplemente una silueta de dos alpinistas ascendiendo encordados. La forjó mi aita en hierro y no tiene ningún tipo de inscripción.


Aprovechando que el día no estaba tan mal, a pesar de las nubes que se acercaban a gran velocidad, decidí visitar otra cima cercana: Cervera (1384 m).


La verdad es que las vistas sobre la Rioja Alavesa son impresionantes. Incluso se divisa la cima de San Lorenzo (Sierra de la Demanda) con sus 2271 m, sobre la estación de esquí de Valdezcaray.


Ya en un contínuo y vertiginoso descenso vuelvo hacia Pipaón, pero antes de llegar al pueblo decido hacer una tercera cima: Semendia (1042 m). Una última cumbre que me deja las piernas llenas de heridas y arañazos dado el gran número de bojes que cierran el camino. Tras enredar un buen rato buscando el pequeño buzón que nos ubica en su cima, saco la cámara y... sorpresa: no tengo batería.


En total, 1h 30' para 3 cimas y 1600 m de desnivel acumulado.

Felices entrenos a todos, y mejores carreras, que ahora empiezan a aflorar.

martes, 1 de noviembre de 2011

Un sendero idílico

Ese es el adjetivo más acertado para este sendero que atraviesa la que para mí es la zona más bonita y salvaje de Álava, que no es otra que los Montes de Vitoria.

Un sendero que por momentos se estrecha (hasta el punto en que dos personas no podrían correr en paralelo) y se funde con la inmensidad del bosque.

Un bosque formado por enormes robles, hayas y avellanos que hace que no seamos nada en su interior.
Y atravesándolo como una alfombra de hojas secas, mi sendero. Con innumerables giros y pendientes, sin dejar que el sol haga una breve visita.

Y durante varios km nos acompaña un riachuelo con un sinfín de saltos de agua, obligándonos a parar y escuchar los sonidos del bosque. Pero en breve hay que seguir trotando, ya que hay más rincones en los que apreciar lo que la naturaleza ha esculpido durante años.

Para acabar bien el entreno y considerarlo completo, el sendero nos deja en la cima del monte Pagogan (1029 m).


Podríamos continuar por cualquier camino que sale a nuestro paso, pero hoy no será el caso. Es hora de volver a casa.

Hoy he estrenado zapatillas y no sé por qué me da que aquí van a hacer el 80 % de su km.

Esta semana he sumado 3200 m de desnivel acumulado en 5 horas. Vamos por el buen camino para comenzar la Integral de la Llanada Alavesa. Supongo que antes de fin de año empezaré con el proyecto.


Buenos entrenos a todos!!

miércoles, 19 de octubre de 2011

Fijando próximos objetivos.

Por fin..... ayer recibí las plantillas. Pero vamos a seguir un orden.



Hace 11 días fui al podólogo en Palencia para que me hiciera otro estudio de la pisada, ya que arrastro molestias en mi tibia derecha desde hace semanas.


Consecuencia: tuve que dejar en la consulta las plantillas para que me las modificaran, y me quedé sin rodaje largo el fin de semana.


Una semana sin plantillas, tirando con unas viejas (que algo hacen), y no pude evitar hacer la salida el sábado pasado. La idea era hacer una tirada de unos 20 km, pero el hecho de no llevar las plantillas nuevas hizo que se quedara en poco más de 13.


Desde el puerto de Azazeta corono Arraialde Norte (1042 m), Arraialde Sur (1048 m), Arbozu (1063 m), Indiagana (1101 m), Elabe (1068 m) e Itxogana (1063 m), para un total de 1320 m de desnivel acumulado por extensos hayedos y robledales. Se agradece la sombra porque, aunque empieza a hacer frío, el sol sigue haciendo daño a la vista.






Por otro lado, por mi cabeza rondaba la idea de hacer algún día la Integral de la Llanada Alavesa, un recorrido de 212 km con 22630 m de desnivel acumulado, en el que se coronan 34 cimas principales y 83 secundarias, que como su nombre indica, se traza sobre la línea de montes que la rodea.



Es un proyecto que ha impulsado Eloy Corres (Sociedad Excursionista Manuel Iradier), que permite su realización tanto en la modalidad a intervalos como contínua (en esta última opción se permiten paradas no superiores a 24 horas).




Pues he decidido que voy a realizarla corriendo, no sé en qué modalidad, aunque me curo en salud y diré que a intervalos.



Mientras tanto, seguiré tocando madera para que mi periostitis me deje tranquilo.





Buenos entrenos a todos.


jueves, 6 de octubre de 2011

Seguimos sumando

Otra semana más acumulando kilómetros en la tirada larga del fin de semana, porque lo que es entre semana... entre series y circuitos de pesas no sumo mucho.



El caso es que llega el sábado y me duele todo el cuerpo. Pero es ponerme las zapatillas y se me pasan todos los males.



Me dirijo a Ixona y desde allí subo hasta la cima de Almurrain (879 m), el monte que más veces he subido corriendo al estar al lado de casa, y al que le tengo un cariño especial por ser una zona muy salvaje poblada por multitud de robles.



De ahí me encamino hacia el puerto de Okina a través de varios pinares. Atravieso su cota más alta, y en unos 2 km de contínuo ascenso corono las cumbres de San Cristóbal (1044 m) y Pagogan (1029 m). En este punto decido dar la vuelta de nuevo hacia el puerto.

En un pradito, junto a una veintena de vacas, está el camino que debo seguir. Esta vez, en lugar de volver por la cima de Almurrain, me encaminaré en bajada constante, y con sombra total, hacia dos balsas, donde giraré para volver al lugar de inicio, Ixona.

En total, 21 km, 3 montes y 1600 metros de desnivel acumulado, además de un dolor en la tibia derecha que cada vez va a más. Consecuencia: este sábado consulta con el podólogo en Palencia para ver si se pueden corregir las plantillas, ya que no me hace ninguna gracia que esta periostitis se asocie a mis tiradas largas.

En fin... paciencia.

lunes, 26 de septiembre de 2011

A sufrir...

Mi intención era escribir más a menudo, pero cada vez que digo algo hago justamente lo contrario.



El caso es que llevo ya varios días corriendo por asfalto, por tartán, haciendo circuitos en gimnasio... sin apenas descanso. Lo que viene a denominarse "hacer el burro", y no por iniciativa propia, sino como consecuencia de haber entrado en una academia. Resultado: 4 meses matadores física y mentalmente, ya que, además de rozar niveles anaeróbicos hay que estudiar un poco.


Pensándolo fríamente, me va a venir muy bien, si no me rompo antes. Las carreras de otoño-invierno llegan enseguida. Éste es el motivo por el que he decidido ponerme unos ritmos de carrera más bajos a los habituales (hay que llegar en condiciones a las pruebas finales).


En un principio no tenía pensado correr fuera del nuevo horario (porque sinceramente acabo las clases reventado), pero he decidido hacer una tirada larga todos los sábados, de no más de 3 horas a ritmo suave, para soltar piernas.


Las fotos corresponden a la salida de este sábado. Una ruta circular por la Cruz de Ganalto, en la Sierra de Badaia (Araba). En anteriores ocasiones había subido a esta cima desde otra zona, así que me propuse hacerlo por otra vertiente. Siempre es interesante conocer nuevos caminos, ya que uno no sabe lo que se va a encontrar.


Al final, 23 km con apróximadamente 1200 m de desnivel acumulado. Y de tarde, porque los sábados por la mañana últimamente no hay quien me levante de la cama.


Ahora a seguir acumulando kilómetros, aunque sea por el duro asfalto o por la pista de atletismo, y a tocar madera para que mis tibias no noten el brusco cambio.


Y disculpadme los bloggers a los que sigo, porque el poco tiempo del que dispongo lo utilizo para leeros y no para haceros comentarios. Intentaré que esto último cambie.


Felices entrenos a todos.


miércoles, 31 de agosto de 2011

Monte Buciero en Santoña (Cantabria)

Última semana de vacaciones en la playa, esta vez en Laredo (Cantabria), a 1h 30' de casa, sin complicarme la vida. Los últimos años siempre me escapo siete días y me vengo para aquí. Por suerte este año está siendo fresquito, así que metí las zapatillas en la maleta.


En mente, el monte Buciero en Santoña, una mole boscosa con multitud de acantilados.



Un par de días me escapé de la playa y me fui a trotar por este monte, lleno de encanto y de Historia.


La ruta comienza al final del paseo marítimo, en concreto en el Fuerte de San Martín, edificación construída sobre un castillo de la época de Felipe II (todo esto me lo estudié el primer día, para saber por dónde corro). Subimos desnivel, pasamos por unas baterías y llegamos a un punto en el que las vistas de la Peña del Fraile son realmente espectaculares (con una caída vertical al mar de unos 180 metros).


Continúo el entreno y voy a dar otro balcón con unas vistas que quitan el hipo (yo nunca veo el mar, y cualquier acantilado que veo me impresiona). A mis pies tengo casi 800 escalones que me llevan al Faro del Caballo, hoy abandonado. El año pasado estuve aquí haciendo psicoblock; desestresante total. Ahora toca subir los 800 peldaños. Sobre el 140 pierdo la cuenta de los que llevo y el tramo se me hace interminable. Eso sí, merece la pena bajar al faro para disfrutar de la tranquilidad que rodea el entorno.


Sigo a lo mío y me interno en una especie de desfiladero. En esta zona se explotó una mina de hierro en el siglo XIX. El camino discurre rodeado de avellanos, hayas, encinas y robles, y en esta parte del recorrido el correr ya no es tan cómodo, dado que el itinerario pica para arriba dando multitud de giros.


Por fin llego a una praderita, lugar donde giro a la derecha para dirigirme al monte Ganzo, de 378 metros. El terreno cambia en este sector, pasando a correr por una zona kárstica llena de matorral, que marca todas mis piernas y mis brazos. A través de un canal de piedra hago cima en pocos minutos y me dirijo a la próxima cumbre, que no es otra que la del monte Buciero, de 367 metros.


En unas cuantas zancadas me planto en su cima, jalonada con una cruz. Aquí me harto a hacer fotos. A mis pies Santoña con su playa de Berria y el estuario del Asón, junto a Laredo. Unas vistas que bien merecen una visita a esta montaña.


Por lo que respecta a mi tibia, las molestias van a menos. La duda viene por no saber el motivo. Algún otro día corrí descalzo por la playa de Laredo (a lo largo de sus 4,250 km de longitud) sin tener ningún tipo de molestia. Y ahora me dedico a correr con zapatillas que tenía guardadas en el baúl de los recuerdos. Estas zapatillas en su día no me dieron ningún problema, y como aún no tienen ni 500 km, pues las sigo utilizando a día de hoy.


Tanto probar marcas nuevas que venden amortiguación total, y lo que debería hacer es seguir utilizando esas marcas que mis pies conocen tan bien y me traen tan buenos recuerdos.


Que entrenéis felices y contentos.









miércoles, 17 de agosto de 2011

Monte Ballo con susto

Tras una semana atípica, en la que he tenido que trabajar de noche más días de la cuenta, he vuelto a trotar por la montaña. Una semana que me ha servido para descansar muscularmente y seguir recuperando mi tibia.

El plan era subir y bajar el monte Ballo, de 1.197 metros, que ofrece una vista espectacular de la llanada alavesa y de las sierras de Aizkorri y Aralar.


Es una montaña a la que siempre he subido por la mencionada llanada, así que hoy me he propuesto subir por el puerto de Opakua.




He comenzado suave, ya que el objetivo era acumular kilómetros y desnivel. Además, los 29º C que había no iban a ayudar mucho. Así que, al trote y sin sufrir.



Atravieso un robledal cerrado, salgo a unos pastos bastante extensos y me vuelvo a internar en un hayedo en el que el sol no entra ningún día del año, y hace que todas las rocas estén verdes, lo que da un toque fantástico, en el que parece que en cualquier momento nos vamos a topar con un gnomo.



Aunque no ha sido precisamente un gnomo lo que me he encontrado. Pasados dos refugios de pastores me dirijo hacia unas vacas que pacen tranquilamente. Una, dos, tres.... y sorpresa!!!, un mastín mirándome fíjamente a escasos 6 metros.





Algo innato me hace detenerme y sin querer le miro de refilón y doy media vuelta para volver por donde venía. Los consejos de César Millán, esos de no mirar, no escuchar y no tocar al dulce animalito, no me da tiempo a ponerlos en práctica. Sólo escuchar el primer ladrido hace que ponga la directa monte abajo. En mi camino pierdo la cuenta de las boñigas que piso.



No pasan ni 500 metros y sigo notando las babillas del morlaco en mis gemelos. Al fondo veo la alambrada que momentos antes había franqueado, no sin problemas. El tiempo no corre, pero el perro sí. Por fin, la alambrada. A la carrera y, lógicamente sin pararme, apoyo mi mano en un poste de madera y salto la alambrada cual acróbata en el Circo del Sol.



La caída es lo de menos (de cabeza y rodando). Me levanto sin saber dónde está el mastín, y tras ubicarme, le veo ladrando al otro lado de la alambrada. He librado, pero por si acaso sigo corriendo, no vaya a ser que le dé por pasar por debajo.



Nunca había visto un mastín cuidando de unas vacas. De unas ovejas sí, es lo más común por estas tierras, pero de unas vacas...



El caso es que tengo un ahuyentador en casa, pero no sé yo si es muy eficiente. El próximo día habrá que tener más ojo.



Por cierto, al pasar el entreno del Polar, veo que he realizado el famoso kilómetro en 2:52. Menos mal que aún estoy fondón. Los días que quiera hacer series me iré por esta zona y le haré una visita a mi amigo.








martes, 2 de agosto de 2011

Ferrocarril Vasco - Navarro

Hace muchos años que "el trenico" o ferrocarril Vasco - Navarro hizo su último viaje.




Recordando un poco su historia y poniéndonos un poco románticos y nostálgicos, este ferrocarril se construyó entre Bergara (Gipuzkoa) y Lizarra - Estella (Navarra), con un total de 143 km de recorrido, pasando por Vitoria - Gasteiz. Fue considerado uno de los trenes más modernos de Europa.





Nació en 1889 y el 31 de diciembre de 1967 echó el cierre, comenzando el desmantelamiento tanto de sus vías como de sus catenarias.


En su camino dejaba numerosa apeaderos y estaciones, algunas convertidas hoy en viviendas particulares



Por suerte, este trazado se ha convertido en vía verde, y puede ser disfrutado por cicloturistas y atletas. En las dos fotografías de arriba se puede ver el apeadero del monasterio de Estibaliz con una diferencia de 90 años.



Es una zona por la que corro todas las semanas, ya que se encuentra a apenas 2 km de mi casa y no suele estar muy transitada. Rodeada de bosques y con largas rectas, suelo hacer aquí las series de calidad.



Tras este breve homenaje al ferrocarril Vasco - Navarro y a la vía verde en que se ha convertido, yo sigo sumando kilómetros para coger poco a poco el ritmo y poder hacer alguna carrera en condiciones. Hay días en que la tibia derecha hace nuevos amagos de dar guerra, pero de momento la cosa no pasa de ahí, de simples amagos. Y cuando me animo a coger la bici, miro por la ventana y no veo más que agua y más agua. Menudo mes de julio.



Esta semana empezaré de nuevo a hacer desnivel para acumular metros. La idea es hacer uno o dos montes diarios, controlando que el pulsómetro no pite al pasar de 168 pulsaciones.



Y los días en los que no haya muchas ganas de guerra, me iré al Vasco - Navarro para soltar piernas.







miércoles, 20 de julio de 2011

Recuperado (una vez más).

Tras más de un mes desconectado de todo, y una vez acabado mi primer ciclo de vacaciones, vuelvo a esto de escribir. La verdad es que se está muy bien sin internet, pero se echaba en falta leeros a todos.

Yo sigo a lo mío. He dejado la piscina y de nuevo me he lanzado a los caminos. Pensé que aún tendría alguna molestia en la tibia, pero las plantillas están haciendo muy bien su trabajo.



He pasado de corretear 10' por un sendero de hierba que hay cerca de casa a trotar 60 - 70' por pistas de barro (llueve más de lo habitual) y piedras, incluyendo alguna subida hasta los 1300 metros. Y sin rastro de dolor.



Cuando empiezo a ver la luz y mi tibia y yo empezamos a ser buenos amigos, la playa llama a mi puerta (obligaciones familiares...). Una semana al mar Cantábrico.





Investigo por los alrededores y descubro un caminito de tierra, entre eucaliptos, que discurre por unos acantilados y une dos playas. No es muy largo. Tendrá unos 2,5 km apróximadamente, y me dedico a ir y volver 2 ó 3 veces para hacer entre 10 ó 15 km.




El recorrido es bastante espectacular, sobre todo para alguien que es de interior y va a la playa un par de veces al año. En el camino hay un par de miniplayitas que llaman mi atención, rodeadas de rocas, y en las que no entrarán más de 4 toallas a lo ancho.



En la primera foto se ve la playa de Ris, donde termina el recorrido, y en la segunda se aprecia el caminito a su paso por la playa de Trengandín. Y a las horas a las que corría yo, ni un alma en el camino.


De aquí en adelante a seguir entrenando, y si sigo escribiendo será buena señal.



domingo, 12 de junio de 2011

Querida amiga piscina

Bueno, ya hace prácticamente un mes que decidí dejar de lado las zapatillas y dedicarme en cuerpo y alma al acua-running y a la bici, debido a los molestos dolores en mi tibia.



Un mes en el que estoy haciendo entre 3 y 4 sesiones de carrera en piscina. Lo que en un principio es únicamente trote suave y torpe durante 30', en los que el gran objetivo es aguantar en postura vertical (con una especie de corcho a modo de flotador en los riñones) e imitar en todo momento el movimiento en carrera, se va convirtiendo en tiradas de 50'-60' con series a ritmo de pulsaciones similar al que llevo en entrenos por montaña. Y para terminar las sesiones, unos cuantos largos nadando. Tengo que decir que lo de correr por el agua cansa, y bastante.


Entre sesión y sesión de piscina, fortalecimiento y bici, en la que poco a poco voy cogiendo el puntillo, porque al principio las piernas no se hacían del todo a ella, y se tenían que conformar con 50 ó 60 kms (todo lo que pasaba de estos dígitos no era muy bien recibido por mis gemelos).


Y por fin, este sábado, 450 kms ida y vuelta (en coche, por supuesto) a Palencia para visitar a mi podólogo. Me sentía culpable por haberle dido "infiel" con otro podólogo de Burgos (aunque del mismo grupo, pero estaba 100 kms más cerca de mi casa). Aunque el motivo principal de este tour por tierras castellanas fue mi deseo de que fuera este médico el que revisara mis plantillas (fue él quien 6 años atrás curó mi periostitis de caballo). Total, medición de puntos de fuerza con los dos pies, y retoque de las plantillas, que alguna pega tenían. En unos 8-10 días me las envían, y de nuevo a empezar a correr progresivamente. Según el médico, los dolores deberían desaparecer en menos de un mes corriendo suavemente. La calidad ya llegará, no hay prisa.


Mientras, me seguiré tirando a la piscina y mi bici desgastará el asfalto alavés.


Y la foto no es de estos días, sino de hace un par de meses. Pero me anima pensar que en breve podré volver a trotar por los mismos caminos, y empezar a preparar alguna cosilla que tengo en mente y que me gustaría realizar este año. Y por qué no, habrá que pensar en el 2012.

sábado, 4 de junio de 2011

Zegama - Aizkorri 2011

Domingo, 29 de mayo de 2011. Madrugo un poco, cojo el coche y voy hasta Zumarraundi (Zalduondo, Araba). No hay más que furgonetas y coches, y tengo que dejar el mío a mitad de camino. Es cierto que los domingos suele haber gente, pero hoy, coincidiendo con la carrera, todos los montañeros alaveses se acercan para subir al Aitzkorri, ya en Gipuzkoa.



Empiezo a subir, y para un día que voy al monte sólo con intención de andar, no siento absolutamente ninguna molestia en la tibia.




En menos de una hora me planto en la cima, tras sortear casi 600 m de desnivel. Lo que veo es lo de todos los años por estas fechas, unas mil personas cual etapa del Tour a su paso por Pirineos, con cencerros, carracas, trompetas...




Cojo un buen sitio a unos 50 metros de la cima, junto al camino por el que tienen que pasar los corredores, que no tiene más de 40 cm de ancho.






En pocos minutos comienzo a oir a la gente gritar, aplaudir, hacer uso de los cencerros...



En semejante rampa se acerca el primer corredor, Aitor Osa (exciclista del antiguo Banesto, 9º clasificado en la Vuelta a España del 2001...), seguido muy de cerca por Kilian Jornet (sin palabras) y Tom Owens (compañero de Jornet en el SSO).




El calor es sofocante y me dedico a hacer fotos a todo el que pasa.



Oihana Kortazar es la primera es pasar por este punto, seguida de la actual campeona del mundo, Emanuela Brizio a más de 10 minutos.



La piel de gallina con tanta gente. Todos los corredores que toman parte en esta carrera coinciden en afirmar que la Zegama - Aizkorri es al Mundial de Carreras de Montaña lo que el Tourmalet al Tour de Francia. El público se volca con todos los corredores. De hecho, cada año veo a más corredores cámara en mano grabando al público. El mundo al revés.



Finalmente la victoria fue por cuarta vez para Kilian Jornet, seguido de Tom Owens y Miguel Heras, que hizo una remontada de escándalo para subir al podium. En chicas, Oihana Kortazar entró en primera posición, seguida a pocos segundos de Emanuela Brizio (otra gran remontada) y Maud Gobert. Corinne Favre perdió la tercera plaza al ser sancionada con 3 minutos.













miércoles, 25 de mayo de 2011

Otra vez la tibia.

Mi gozo en un pozo.



Yo que estaba todo contento con haber terminado la carrera de hace 10 días sin apenas molestias...



El dolor en la tibia derecha, que tenía una vez llegado a meta ha persistido durante los días siguientes, incluído hoy. 8 días sin poder trotar hasta que ayer se me ocurrió probar. 40' escasos por pista de tierra, y ya desde el primer minuto con dolores.



El caso es que me duele hasta paseando a Elur, y eso que vamos andando a no más de 4 km/h.



Visto lo visto me voy a tomar dos semanas con mucha calma. Acudiré al fisio y al podólogo y cruzaré los dedos. Lo de las agujas estuvo bien, pero su efecto no ha durado más de 7 semanas.



Estiramientos, ejercicios específicos, hielo, hielo, más hielo... después de 6 años sin sufrir la dichosa periostitis, ésta vuelve con fuerza para cambiarme los planes del verano. No salgo de una y me veo en otra. La rodilla, la tibia, la costilla, otra vez la tibia...



Lo que mantengo es la idea de ir el domingo a ver la Zegama - Aizkorri, 2ª prueba de la Copa del Mundo de Carreras de Montaña. Y me doy con un canto en los dientes, porque podría haber sido peor. En fin...



martes, 17 de mayo de 2011

V SANJUANDEGIKO MENDI LASTERKETA

Este domingo pasado, y tras 23 meses sin tomar parte en una carrera de montaña (bien por lesiones para todos los gustos, bien por estudiar, bien por trabajo...) tomé parte en la V Sanjuandegiko Mendi Lasterketa, con salida y llegada en el municipio guipuzcoano de Azpeitia.



15 kilómetros por caminos y senderos que recorrían las localidades de Oñatz y Loiola, para completar un desnivel total de 1090 metros, rodeado de densos bosques y con numerosos barrizales, dentro de un paisaje digno de una buena carrera como ha sido ésta.





Llego a Azpeitia con tiempo suficiente para tomarme un café, y para mi sorpresa, desde la cristalera veo calentar a Zuhaitz Ezpeleta (campeón de la Copa de España de carreras de montaña), Hektor Llanos (triatleta alavés) y Joseba Plaza (miembro de la Selección Vasca de carreras de montaña). Menudo nivel.



Mi intención era terminar la carrera sin problemas, volver a sentirme corredor de montaña y disfrutar de los montes de esta zona.



Se da la salida y hasta el km 2 voy en el grupo de cabeza, hasta que me doy cuenta de que ahí delante no se me ha perdido nada, y menos a semejante ritmo.



La carrera va a ser rápida, viendo los parciales, y atraviesa contínuos bosques en los que el sol dudo mucho que entre más de una hora al año, nos hace cruzar por barrizales de varios metros cuadrados, e incluso pasamos por el interior de un establo. Digno de enmarcar.



El penúltimo kilómetro, entre resbalones y piernas locas, lo hago en 3:25. En el último decido bajar el ritmo; tengo delante de mí tres corredores a los que ni me planteo adelantar. Estoy tan contento de terminar una carrera de montaña dos años después, que quiero disfrutar del paso por meta yo solo, sin acelerones para rebasar a nadie. El tiempo, anecdótico: 1h 15'. Mis sensaciones, desorbitadas. Mi tibia derecha, destrozada varias horas después.



Una vez llegados a meta, comienza a llover. Me bebo un par de botellines, y qué veo, unos pintxos de txistorra. Con las ansias me quemo la lengua, el paladar y hasta la campanilla.



La organización, a cargo de Bide Ona, para quitarse el sombrero. Espero que superen los problemas que tienen, y que el próximo año se celebre la sexta edición, porque allí estaré, y esta vez para bajar varios minutos.



Por cierto, la carrera para Hektor Llanos, seguido por Zuhaitz Ezpeleta y Joseba Plaza.



Aquí va una foto de Corinne Favre en la Zegama - Aizkorri, que el próximo día 29 de mayo se disputará de nuevo dentro de las Skyrunner World Series, siendo la 2ª prueba de la Copa del Mundo. Allí estaremos, disfrutando otro año más, pero sin correr.











jueves, 28 de abril de 2011

Por fin.........

Por fin, y tras tres semanas de parón total por la fisura en una costilla, he vuelto a ponerme las zapatillas, y no para sacar a Elur de paseo, sino para trotar un rato y ver cómo respondía esta costilla.





A lo largo de esta semana he acumulado 60 km en bici (25 en rodillo), con desarrollos muy ligeros y sin forzar en absoluto, evitando en lo posible ponerme de pie para no zarandear la bici. Pensaba que si la movía de lado a lado tendría molestias en la costilla, ya que haciendo "vida normal" (como me dijo el médico) tenía algún dolor.



El caso es que sobre la bici, ningún tipo de molestia. Así que pensé que hoy podría trotar un ratillo. Y qué mejor día que éste, 28 de abril, San Prudencio, patrón de Álava, para alejarse de todo el bullicio festivo y perderse por los bosques del monte Almurrain.

La idea era trotar 20 - 25' suaves en terreno blando, pero como no tenía molestias en el pecho ni al respirar ni al saltar, pues he decidido hacer cima en Almurrain, un pequeño monte de 879 metros perteneciente a los Montes de Vitoria, que no tiene más que árboles, árboles y más árboles, donde apenas entra el sol y donde da gusto correr.
Suelo entrenar por esta zona una o dos veces por semana, y creo recordar que sólo me he cruzado con dos personas en el último año.
Una zona preciosa a tan sólo 10 km de Vitoria-Gasteiz, que la gente no conoce, tirándose más por Gorbeia, Aratz o Anboto. Que siga así.
Y para todos los que decimos que el descanso obligado nunca viene mal, me ratifico, ya que mi periostitis tibial ha desaparecido totalmente.







viernes, 15 de abril de 2011

Resumen de la semana: 0 km.

Esta semana han llegado mis nuevas zapatillas, las K-Swiss Keahou II, y creo que hasta dentro de 3 semanas (o más) no podré hacerles ningún km.


El sábado pasado, tras salir de la clase de Krav Maga, empiezo a sentir unas molestias en las costillas. Segun pasa la tarde la cosa va a más. Llega la noche y apenas puedo dormir por los dolores.

Pensando que pueden ser agujetas no le doy importancia, pero la cosa se complica porque me duele muchísimo al respirar, al hablar, al andar, al conducir...

Voy al servicio de urgencias de Txagorritxu de madrugada, y tras hacerme unas placas me dicen que tengo una fisura en una costilla. Anda que no me he acordado toda la semana de la clase de Krav Maga.

Y ahora llega el buen tiempo, he cogido casi 3 semanas de vacaciones y no puedo hacer nada. Sólo puedo hacer reposo total. Visto así, a mi tibia le vendrá bien.

De todos modos mañana iré a la Sierra de Cantabria a subir Recilla, piano piano... y ya el domingo me acercaré al santuario de Estibaliz, a 1 km de casa, para ver la llegada de la "XXVI Subida a Estibaliz", una carrera que parte de la estatua de San Prudencio en Armentia y acaba en dicho santuario. 15,5 km en una de las carreras más bonitas de Álava (para mí la que más), utilizando en parte de su recorrido el antiguo ferrocarril Vasco-Navarro (hoy vía verde), y que cada año gana más participantes gracias a la buena labor de la Sociedad Excursionista Manuel Iradier.

martes, 5 de abril de 2011

Semana tranquila

Esta semana la he dedicado por completo a la bici. Tenía la tibia derecha bastante tocada y decidí no salir a correr ningún día.

Así que el jueves me puse en manos de Iván Armentia, el fisio del K2, listo y preparado para ver las estrellas. Pero vi algo más que las estrellas.

Tras observar y masajear mis piernas, me preguntó si me daban miedo las agujas... Glups... En ese momento empecé a sudar en la camilla como si alguien hubiera subido la temperatura de la consulta hasta los 54ºC.

Decidí no mirar, pero tonto de mí que no pude evitar cómo abría el maletín... ese maletín lleno de agujas... madre mía!!!!! Y encima me dice el bueno de Iván que si noto un calambre en la tibia, así como si metiera los dedos en un enchufe, que le avise. Jo jo jo... me río por no irme corriendo de la consulta.

Tras preguntarle por el método, me informa: punción seca. Me mete la aguja en la pierna hasta llegar al músculo que hay tras la tibia y empieza a enredar. Noto cómo se me contrae contínuamente el músculo, y sólo pienso en que no llegue el posible calambrazo. Por momentos noto un dolor insoportable, y como digo, veo las estrellas de todo el universo y alguna más.

Saca la aguja y la vuelve a meter más abajo, cerca del tobillo. Ésta vez ya duele menos, y ya me puedo quitar los litros de sudor que estoy echando.

Resumiendo: lo que me ha hecho Iván es producir heridas tras la tibia, para que llegue más sangre a la zona afectada y en consecuencia más oxígeno.

Tras dos días cojeando y con alguna molestia, desaparecen los dolores y me atrevo a trotar 20' por la hierba. Las molestias han disminuído prácticamente un 80 %. Vaya máquina estás hecho, Iván.

Ahora toca estrenar la ropa para este año, que acaba de llegar la semana pasada.

lunes, 28 de marzo de 2011

Dos últimas semanas

Estas dos últimas semanas han sido un poco extrañas. Por un lado, he ido aumentando el desnivel en cada entreno a base de meter varios montes por sesión, y por otro lado he vuelto a sentir las molestias en la tibia derecha que tuve hace ya 7 años, y que acabaron con una periostitis de caballo. Decir que esta periostitis tardó en irse casi tres años, y gracias a un estudio podológico y a unas plantillas que me hicieron en una clínica de Palencia. Las molestias ya vienen desde Noviembre, pero es ahora, con las plantillas corregidas, cuando más me está doliendo la tibia. Y creo que parte (si no toda) de la culpa la tienen los kilómetros que he corrido por asfalto durante los días que he bajado a Vitoria, y unas Asics Nimbus que ya tienen más de 600 km. Así que esta semana la dedicaré a hacer estiramientos, masaje, piscina, hielo y bici. Y si la cosa no mejora nada, pues tendré que ir al fisio.

Y de la subida al Adarra de ayer domingo, pues decidí que lo mejor sería no ir para no forzar la pierna y trotar por los alrededores del pueblo, subiendo Almurrain y Kapildui. En la carrera no hubo sorpresas y volvió a ganar Ionut Zinca.

Ahora queda en el aire si podré correr el km vertical de la Cruz del Castillo del día 17 de abril. Tengo dos semanas para ver cómo responde la tibia. En la imagen, la brecha de Koloxka, tras haber hecho cima en Olano y Arbarrain, en uno de los pocos días en que ha hecho sol y más de 10º C. Total de estas dos semanas:

- 6 sesiones por montaña

- 2 sesiones por asfalto

- 4 sesiones de bici

- 2300 metros de desnivel positivo.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Otra vez de vuelta. La definitiva?



Bueno, después de estar esperando la llegada de las plantillas sin poder correr, por fin llegan, y no lo hacen solas, sino que vienen con un catarro que ha tardado más de 10 días en irse (vaya pupas).


La verdad es que no hago carrera, corro varios días y tengo que parar por mil motivos: exámenes de la oposición (ya terminando por suerte), cojo todos los virus que andan sueltos, quehaceres familiares...

Pero parece que la cosa va mejorando y ya voy enlazando unos cuantos días sin ningún imprevisto y cuadrando mejor mi horario (si hay que salir con el frontal a correr de noche por las pistas del pueblo, pues se sale; que llueve o graniza, pues mala suerte, ya nos secaremos al salir de la ducha...). Habrá que seguir este plan porque si no voy a estar parando cada dos por tres.


Estas semanas estoy acumulando kilómetros y sobre todo desnivel, sin darle tanta importancia a los ritmos. Sí que he notado que en alguna carrera de asfalto de los últimos meses voy un poco justo de caja.


Y a finales de este mes tengo intención de correr la XV Urnieta Adarramendi Igoera, que como su nombre indica, es la subida y bajada al monte Adarra (817 m) desde Urnieta (45 m), para un total de 13,5 km. Iré a probar y a ver si termino sin problemas.


Mientras, he empezado a hacer cuestas de nuevo, en este monte que tengo cerca de casa.

jueves, 24 de febrero de 2011

Sierra de Cantabria

El pasado lunes estuve en la clínica podológica, en Burgos, a la que voy desde hace ya 6 años (bueno, 5 años yendo a Palencia y por fin me han abierto una consulta más cerca, en Burgos, a 115 km de casa). El caso es que he tenido que dejar mis plantillas para una pequeña corrección, y estaré más o menos 10 días sin poder correr.

Así que mientras, cuelgo este vídeo, muy breve, bajando por un hayedo de la Sierra de Cantabria (Araba) hace unos días. Se trata de una sierra muy afilada y espectacular, con grandes desniveles y con densos hayedos en sus faldas.

Bueno, unos días a base de bici y piscina no vendrán nada mal.

martes, 8 de febrero de 2011

BROOKS CASCADIA 6

Hace unos días me llegaron las nuevas Brooks Cascadia 6. Llevaba tiempo detrás de ellas, y ahora que mis Asics Trabuco tienen casi un año y más de 600 kilómetros, he terminado por decidirme. Estas últimas quedarán para las series y cuestas, y las nuevas Brooks para los rodajes largos.
La verdad es que aún no las he estrenado. Muchos días estudiando para un examen que he hecho hoy, así que ya pasaron los nervios y las horas de biblioteca. Sólo queda calzármelas y hacer un par de montes para dar una primera impresión, que doy por seguro que va a ser más que un notable alto.
Veremos cómo se desenvuelve por tierra, hierba, barro, piedra, hielo... esta misma semana. Mientras tanto las seguiré utilizando para moverme por casa.

miércoles, 12 de enero de 2011

FIN DE AÑO 2010 CON LA SAN SILVESTRE DE VITORIA-GASTEIZ

Se acabó el 2010, y qué mejor manera de terminarlo
que corriendo en casa.
6,5 km por las calles de Vitoria-Gasteiz, repletas de gente animando que hace que a uno se le pongan los pelos de punta.
En un principio, más de 3000 corredores con dorsal, a los que hay que sumar los que van sin él (1000???), lo que hace que sea imposible correr sin mirar al frente hasta el km 2. Si a esto le sumamos que muchos corredores salen de las calles adyacentes, "ahorrándose" varios cientos de metros, el resultado es el siguiente:
en la salida me encuentro en la tercera fila, y a los 400 metros de haberse dado la salida estoy en la
vigésima, y la carrera se convierte en un contínuo slalom lleno de tropiezos.
Ya en meta, numerosas quejas por parte de los corredores: carrera popular previo pago, y ni siquiera una triste clasificación en ningún medio escrito ni por parte de la Federación.
La carrera sólo se la disputan no más de 10 corredores, pero al resto siempre le gusta ver su nombre en la clasificación de la que probablemente sea su única carrera del año.

martes, 4 de enero de 2011

Las Arenas - Bilbao 2010


El pasado 26 de diciembre se celebró la clásica Las Arenas - Bilbao, con salida en Getxo y llegada junto al Guggenheim, con la participación de apróximadamente 1300 atletas.

Decidí correrla sólo con el objetivo de terminarla y disfrutar del día, eso sí con -2ºC en la salida, sin tener en cuenta que en mi pueblo había -13ºC.
Salida muy rápida, y desde el principio procuro no ir más allá de 4:10/km, disfrutando de las vistas, aunque lo mejor viene en los últimos kilómetros ya en Bilbao, donde me dejo llevar a 3:45/km.
Finalmente la carrera se alarga hasta los 12,080 km, logrando bajar de 55', que era lo pensado, haciendo 49' en el puesto 142.
La rodilla sigue sin dar mucha guerra, así que habrá que subir poco a poco el ritmo en los entrenos.